Fracasa feria patronal en Tampacán por mala planeación
Las actividades culturales y comerciales de la feria patronal en honor a La Asunción de María fueron calificadas como un rotundo fracaso, luego de una serie de fallas en la logística y organización por parte del Ayuntamiento, encabezado por el alcalde Santiago Rodríguez.
De acuerdo con fuentes cercanas al gobierno municipal, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias, el edil no involucró a los directores de área en la planeación de los eventos, dejando las decisiones en manos de su círculo cercano. Tras el bajo impacto de las actividades, Rodríguez habría responsabilizado a sus propios directores del resultado negativo, pese a que ellos no participaron en la organización.
Uno de los señalados es el director de Obras Públicas, Gustavo Rivera Rodríguez —primo del alcalde—, quien fue el encargado de coordinar la "ruta extrema" de razers, motos y cuatrimotos. Dicho evento provocó daños materiales a terceros y cuestionamientos sobre la idoneidad de que un funcionario del área de infraestructura asumiera la organización de un evento deportivo-cultural.
Además, comerciantes locales expresaron su inconformidad por haber sido desplazados por vendedores foráneos, decisión atribuida al director de Plazas y Mercados, Ernesto Rivera Bautista. La medida afectó las ventas durante los días festivos, en los que la afluencia fue visiblemente baja.
Empleados de niveles operativos también denunciaron haber trabajado jornadas de más de 10 horas sin recibir pago extra, realizando tareas de limpieza, montaje y hasta atención a invitados del círculo cercano del alcalde. Según las declaraciones, Santiago Rodríguez habría minimizado su labor y negado cualquier tipo de compensación argumentando que "su puesto no lo merece".
Finalmente, trascendió que una molestia personal del presidente municipal derivó de un intento fallido por habilitar la Asociación Ganadera como un bar privado con venta de bebidas y sonido. El contrato fue cancelado por falta de pago, lo que generó pérdidas económicas, ya que la mercancía se habría adquirido desde los propios negocios del alcalde.