"Poco que celebrar" en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas
Mientras en algunas plazas se alzan danzas, discursos oficiales y coloridos eventos para conmemorar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en muchas comunidades rurales del municipio la fecha se vive con escepticismo, preocupación y una profunda sensación de olvido.
"¿Qué vamos a celebrar si seguimos sin caminos, sin doctores, sin agua potable y sin oportunidades para nuestros jóvenes?", cuestionó don Mateo Hernández, vecino de la comunidad Coamila, quien, junto con otros líderes comunitarios, emitió un pronunciamiento este lunes en el que asegura que más que una celebración, esta fecha debería ser una jornada de reflexión sobre las deudas históricas que siguen vigentes.
Reunidos en una asamblea comunal sencilla pero cargada de simbolismo, los representantes de al menos diez comunidades indígenas de la zona huasteca coincidieron en que la marginación, el abandono institucional y la falta de políticas públicas realmente incluyentes siguen siendo parte de su vida cotidiana.
"Nos traen programas, pero no soluciones. Nos prometen apoyos, pero no desarrollo. Vienen a tomarse la foto cada agosto, pero nuestras necesidades se olvidan tan pronto se apagan los micrófonos", lamentó Rosa María, mujer náhuatl y promotora cultural, quien ha dedicado los últimos años a documentar las condiciones de vida en su comunidad.
En su mensaje, los líderes recordaron que muchas localidades carecen aún de caminos dignos, centros de salud funcionales o acceso a internet, mientras que la migración forzada y la pérdida de lenguas originarias avanzan silenciosamente.
"Lo indígena no debe ser un adorno cultural para las fiestas del calendario. Somos pueblos vivos, con derechos, con historia, con voz. Pero esa voz necesita ser escuchada más allá de los actos simbólicos", subrayó el maestro Pedro González, impulsor de la educación bilingüe en la zona.
Este pronunciamiento contrasta con los mensajes institucionales difundidos por algunas autoridades, en los que se destacan avances en materia de reconocimiento cultural y programas sociales. Sin embargo, en las zonas más apartadas, esos avances aún no se traducen en mejor calidad de vida.
Este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en lugar de maracas y trajes típicos, en las comunidades rurales se escucharán tamboras de resistencia y reclamos ancestrales. Porque, como dijeron varios asistentes a la reunión, "celebrar no tiene sentido cuando la dignidad sigue siendo un pendiente".