Colonia San Rafael y ejido Coamila, dos joyas turísticas sin aprovechar
Axtla.- La colonia San Rafael y el ejido Coamila representan dos de los sitios con mayor potencial turístico del municipio, no solo por su riqueza natural y belleza escénica, sino también por las oportunidades económicas que podrían generar para sus habitantes. Sin embargo, pese a sus evidentes cualidades, estos espacios siguen relegados en materia de desarrollo turístico debido a la falta de visión y acción por parte de los gobiernos municipales.
San Rafael, ubicada en la parte alta de Axtla de Terrazas, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Su ubicación privilegiada convierte al sitio en un mirador natural, desde donde se puede observar gran parte del valle huasteco. A pesar de esto, el lugar carece de infraestructura mínima que lo haga accesible y atractivo para los visitantes: no hay señalización, caminos adecuados, iluminación, ni espacios acondicionados para la permanencia segura de turistas.
Por otro lado, el ejido Coamila guarda entre su exuberante vegetación una joya natural: la caída de agua conocida como El Chorro, que en temporada de lluvias alcanza su máximo esplendor. Rodeada de árboles y senderos naturales, esta cascada ofrece un entorno propicio para el ecoturismo, el senderismo y actividades de contacto directo con la naturaleza. Sin embargo, no existe promoción oficial, y su potencial sigue siendo conocido principalmente por los habitantes de la zona.
Líderes comunitarios han expresado que durante años han solicitado a las administraciones municipales incluir estos espacios en planes de desarrollo turístico, pero hasta la fecha no ha habido una propuesta concreta ni inversión significativa. "Aquí hay naturaleza, cultura, paisaje... lo que falta es voluntad política para integrarlo en un proyecto serio que beneficie a todos", señaló un habitante de Coamila.
Expertos en turismo rural coinciden en que ambos lugares podrían convertirse en importantes polos turísticos si se diseñara una estrategia de bajo impacto ambiental, con participación de las comunidades locales y con apoyo institucional. La derrama económica, señalan, beneficiaría no solo a los habitantes de San Rafael y Coamila, sino también al municipio en su conjunto, al diversificar la oferta turística más allá de los espacios tradicionales.
Por ahora, el mirador natural y la cascada permanecen como secretos sin explotar, con un potencial latente que espera ser descubierto. El reto, aseguran los ciudadanos, está en que las futuras autoridades vean más allá de lo inmediato y apuesten por un modelo de desarrollo sostenible y justo para estas comunidades.