RÍOS DE SANGRE en vía pública en Tamazunchale; hay molestia entre automovilistas y motociclistas
Vecinos tienen que aguantar los malos olores; exigen ciudadanos frenar este foco de infección
Aguas residuales del rastro municipal son arrojadas a la red pública del drenaje al cauce del arroyo “San José, pero lo grave es que el agua y sangre brotaron y corrieron por la banqueta y la calle por el taponamiento que causaron vísceras y heces fecales del ganado sacrificado.
El exceso de desechos del inmueble, que son arrojados a la red pública del drenaje fue evidenciado al brotar las aguas residuales entre las banquetas y del pavimento de la Avenida Juárez.
Esta situación causó molestia entre automovilistas y motociclistas ya que a causa del agua con sangre y vísceras que corre por la cinta asfáltica derraparán.
Sin embargo, esta situación ya no la soportan los vecinos de las colonias Benito Juárez, XEW y San José, quienes ya dieron el grito en el cielo y han solicitado a sus delegados que envíen cartas a las autoridades correspondientes para que den solución a este grave problema de contaminación, que sin pudor el rastro arroja estos residuos que se convierte en ríos de sangre que corren por la calle y desembocan en el arroyo del lugar que desemboca en el río Amajac.
Este cuerpo pluvial que serpentea antes de unirse a la corriente del río Moctezuma -el más contaminado del país-, el cual se supone que está en proceso de saneamiento.
Aunado a todos los desechos que genera el rastro, lo grave señalan los quejosos es cuando se vienen los fuertes calores causa fuerte y nauseabundo olor.
El rastro municipal no cuenta con una planta de tratamiento para sus aguas residuales que son vertidos sin tratar a las redes de drenaje que por gravedad van a dar al afluente.
Los vecinos, afirmaron que es habitual que el río de sangre fluya y que además traiga consigo vísceras y desechos cárnicos que tapan los tubos del drenaje, razón por la que se desborda en la calle.
Cabe señalar que existe una norma oficial NOM-194-SSA1-2004, que establece los lineamientos de operación de los rastros, indicando que la sangre debe ser separada del drenaje general y su cumplimiento debe ser vigilado por el Estado y la Federación.
“De entrada la competencia queda dentro del Estado y del municipio, pero nadie los controla y los vecinos tienen que aguantar los malos olores y la fauna nociva que se genera alrededor del funcionamiento de un rastro” afirmaron.
