Revivir “Monterrey VI” golpearía a la Huasteca
Golpearía una de las fibras más sensibles de vida y cultura de la HP
Revivir el proyecto de acueducto ‘Monterrey VI’ generaría un conflicto social a gran escala en la región, pues golpearía una de las fibras más sensibles de la vida y la cultura de la huasteca potosina y de poblaciones enteras de la cuenca hidrológica del río Pánuco.
Lo anterior lo señaló el Titular de la ‘Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina, A.C’. Rogel del Rosal Valladares, señala que “la Huasteca sufriría de mayor escasez de agua; la cuenca del Río Pánuco, a la que pertenecemos, se quedaría con mucho menos volúmenes de agua, con las consecuentes y graves afectaciones ambientales y sociales.
Agrega que además, revivir de manera unilateral un proyecto de este tipo, es a todas luces violatorio de los derechos humanos, colectivos y de la naturaleza. Por igual, atenta contra el derecho de las comunidades indígenas a ser consultadas de acuerdo al artículo 6º del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes del cual México es signatario”.
Refiere Rogel del Rosal, que la crisis hídrica se resiente cada vez más en todas las regiones del país, aún en aquellas que en apariencia tienen abundante agua.
Su solución no es extraerla a mayor profundidad donde se depende de agua subterránea, o trasvasarla de una cuenca a otra a grandes distancias, pues ello tiene sus límites naturales, ambientales, técnicos, financieros y sociales.
Las soluciones hay que buscarlas en lo local y en la propia cuenca para no romper con los ciclos socio naturales, con medidas redistributivas, de restauración de ecosistemas y de manejo sustentable de corto, mediano y en horizonte de largo plazo que eviten el acaparamiento del agua.
La causa principal de la crisis hídrica que vive el país se encuentra en la obsoleta Ley de Aguas Nacionales, aprobada en el régimen de Carlos Salinas de Gortari en 1992.
Ésta abrió las puertas a la mercantilización de las aguas, su acaparamiento, sobre-concesionamiento, sobreexplotación y contaminación; por ello la urgencia de abrogarla y aprobar la nueva Ley General de Aguas, basada en garantizar el derecho humano al agua, la equidad, la sustentabilidad y la participación democrática de la sociedad en el manejo de las aguas y cuencas en México.
